sigueme

domingo, 23 de marzo de 2014

20 ejercicios para ejercitar el cerebro De LuzBel Yolanda

Con el correr de los años, el cerebro también va perdiendo su capacidad productiva, y si no se entrena comienza a fallar.

El neurocientífico estadounidense Larry Katz, autor del libro “Mantenga vivo a su cerebro”, creó la llamada gimnasia “neuróbica”, es decir, una rutina de ejercicios especiales para el cerebro.

La teoría de Katz se basa en el argumento de que, igual que el cuerpo necesita ejercicios para desarrollarse en forma plena y equilibrada, la mente también necesita de entrenamiento y estimulación.

Es común, por ejemplo, que ciertas rutinas sean llevadas a cabo de forma mecánica, y hasta inconsciente.

“El objetivo de la neuróbica es estimular los cinco sentidos con ejercicios, obligándonos a prestar más atención a las acciones que llevamos a cabo a diario, lo cual mejora nuestro poder de atención y memoria”, explica la psicóloga especialista en análisis cognitivo, Mariuza Pregnolato.

“No se trata de sumar nuevas actividades a su rutina, sino de hacerlas de forma diferente a como las lleva a cabo todos los días”, explica la especialista.

Según el neurólogo de la Universidad Federal de Sao Paulo, Ivan Okamoto, los ejercicios “neuróbicos” ayudan a desarrollar habilidades motoras y mentales que no tenemos en nuestra cotidianidad, si bien éstas no se relacionan con la memoria.

“Si usted es diestro y comienza a escribir con la mano izquierda, desarrollara la capacidad de escribir con las dos manos; y si un día sufre un accidente con la mano derecha, la izquierda estará capacitada para sustituirla. Claro que eso no implicará que ese ejercicio lo libre de los olvidos a la hora de pagar la cuenta de la luz o tomar su remedio a la media tarde”, dice Okamoto.

¿Cómo funciona la gimnasia neuróbica?

La neuróbica consiste en la inversión del orden de algunos movimientos comunes en nuestra rutina diaria; ello altera nuestra percepción sin por ello alterar nuestra rutina.

El objetivo es ejecutar de forma consciente las acciones que generan reacciones emocionales y cerebrales.

Los ejercicios incluyen desde leer al revés, hasta saludar al vecino que nunca da los buenos días en el ascensor.

La rutina neuróbica afecta aspectos físicos, emocionales y mentales de nuestro cuerpo.

“Esos hábitos son los que ayudan a estimular la producción de nutrientes en el cerebro, desarrollando sus células y haciéndolo más saludable”, explica Mariuza Pregnolato.

Cuanto más entrenado sea el cerebro, estará más afinado, si bien no tendrá que pasar por pruebas de coeficiente intelectual o resolver un crucigrama en diez minutos para probarlo.

“La neuróbica no exige pruebas extremas: en vez de inscribirse en una olimpiada matemática y aprenderse decenas de fórmulas, pruebe caminar con los ojos cerrados o vestirse con la luz apagada”, sugiere la terapeuta.

La propuesta de la neuróbica es cambiar las rutinas para “forzar” la memoria. Por eso es recomendable darle vuelta a los portarretratos para estar atento, o cambiar la ruta para ir al trabajo, una vuelta de tuerca en la rutina.


Por ejemplo:

1- Use el reloj de pulsera en el brazo contrario al que lo usa siempre.

2- Camine de adelante hacia atrás por su casa.

3- Vístase con los ojos cerrados.

4- Estimule el paladar probando comidas diferentes.

5- Lea o vea fotos al revés, concentrándose en detalles en los cuales nunca había reparado.

6- Ponga el reloj ante un espejo para ver la hora al revés.

7- Cambie el mouse de la computadora para el otro lado de la mesa.

8- Escriba o cepíllese los dientes usando la mano izquierda, o la derecha, en caso de ser zurdo.

9- Camino al trabajo, haga un trayecto diferente al habitual.

10- Introduzca pequeños cambios en sus hábitos, transformándolos en desafíos para su cerebro.

11- Hojee alguna revista y busque una foto que le llame la atención. Luego piense en 25 adjetivos que crea que describen la imagen o tema fotografiado.

12- Cuando vaya a un restaurante, intente identificar los ingredientes que componen el plato elegido, y concéntrese en los sabores más sutiles.

13- Al entrar en un salón muy concurrido, intente calcular cuántos están en el lado derecho y cuántos en el izquierdo. Fíjese en los detalles de la decoración y enumérelos con los ojos cerrados.

14- Seleccione una frase de un libro e intente formar una frase diferente formando las mismas palabras.

15- Pruebe a jugar algún juego o actividad que nunca antes haya practicado.

16- Compre un rompecabezas e intente encajar las piezas correctas lo más rápido que puedan cronometrando el tiempo. Repita el ejercicio para ver sus progresos en velocidad.

17- Trate de memorizar la lista del mercado.

18- Consulte el diccionario y aprenda una nueva palabra por día, e intente usarlas en sus conversaciones diarias.

19- Escuche las noticias de la radio y la televisión en cuanto se despierte, y más tarde haga una lista con las más importantes.

20- Al leer una palabra piense en otras cinco que comienzan con la misma letra.

sábado, 1 de marzo de 2014

CUIDADOR DE ANCIANO O DISCAPACITADOS

DEFINICIÓN DE CUIDADOR DE ANCIANO O DISCAPACITADOS




Los cuidadores de ancianos o discapacitados son los profesionales responsables de proporcionar, la atención y apoyo necesarios, a las personas dependientes en su casa y en su día a día.
Un buen cuidador de ancianos o discapacitados debe de cumplir unas características específicas como son: proporcionar ayuda de forma que las personas dependientes sientan que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas. Deben de ser una persona con energía y positiva. A veces, ser cuidador de personas mayores o discapacitadas conlleva tareas que pueden no ser cómodas y agradables. Hay que estar preparado. Cuidar implica muchas y variadas actividades de prestación de ayuda.

TAREAS QUE DESEMPEÑAN

Los cuidadores de ancianos tienen como tareas que abarcan diversos campos: realizan las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.)
Normalmente son los encargados de transportar al anciano o discapacitado fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al médico, pasear junto a ellos…). Son también los encargados de la movilidad de los dependientes en el interior del domicilio (los acompañan al baño, les ayudan a levantarse y acostarse en la cama). Se ocupan de su higiene personal (peinarse, bañarse, vestirse, etc.). Supervisan la toma de medicamentos (controlan los horarios y las dosis, por lo que es muy importante que sea una persona muy despierta). Colaboran o realizan tareas de enfermería. Resuelven situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando se comporta de forma agitada). Le ayudan en la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse. Hacen otras muchas "pequeñas cosas" ( por ejemplo, llevarle un vaso de agua, acercar la radio, etc).
Los cuidadores de ancianos o discapacitados, pueden trabajar como internos, externos o por horas, según las necesidades de la familia que contrata.

LEY DE DEPENDENCIA

El gobierno Español, gracias a la ley de dependencia, concede prestaciones económicas que, tienen como objetivo la contratación de una asistencia personal que facilite al beneficiario a una vida más autónoma en el ejercicio de las actividades básicas de la vida diaria. La Ley de Dependencia, (aprobada en diciembre del 2006), es una Ley Universal a la que tienen derecho todos los ciudadanos y ciudadanas españoles que no pueden valerse por sí mismos por encontrarse en situación de dependencia.
Se entiende por Dependencia al "estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal". La Ley clasifica las situaciones de dependencia en tres grados: dependencia de primer grado o dependencia moderada, segundo grado o dependencia severa y tercer grado o gran dependencia. Según el grado de dependencia, las prestaciones serán mayores o menores.

La persona mayor es muy frágil, y ante un cuidador o situaciones que le desbordan puede sentirse indefenso




  • La familia continua siendo el principal punto de apoyo para muchas personas de la tercera edad.
  • A pesar de las prestaciones que se ofrecen desde las instituciones públicas y privadas son los familiares quienes más a menudo cuidan a sus mayores.
  • La incorporación de la mujer al trabajo y el ritmo de la sociedad actual imponen, cada vez con mayor frecuencia, que haya que recurrir a personas ajenas al hogar para que se encarguen del cuidado y atención de sus mayores.

La mujer sigue siendo la cuidadora principal

  • De sus capacidades y de su empatía con nuestro familiar va a depender una buena parte de su felicidad y bienestar.
  • A pesar de que la esperanza de vida es cada vez más larga no todo el colectivo de personas mayores logra llegar hasta el final de su vida en perfectas condiciones.
  • Aunque no estén enfermos a menudo los mayores requieren la ayuda de terceras personas para realizar algunas de sus tareas cotidianas como acudir al médico, cocinar o bañarse, aunque sean capaces de vivir solos.
  • Sigue siendo la familia, y en especial la mujer, la encargada de atender y de cuidar a los abuelos, a los suegros o a algún pariente de edad avanzada.
  • A pesar de su incorporación al mercado laboral y al incremento de los recursos públicos y privados de los últimos años en el 87% de los casos es una mujer la que atiende a la persona mayor de la familia.
  • En el 77% de los casos esta mujer está casada y su edad media es de 52 años.
  • En el 60% de los casos vive con el familiar que atiende y tiene algún grado de parentesco con él (el 43% son hijas, un 22% esposas y un 7,5% nueras).
  • En más de la mitad de los casos la mujer no recibe ayuda de ninguna otra persona para realizar esta tarea.

¿Cómo elegir al cuidador ideal?

  • Debe tener vocación: tiene que gustarle trabajar con personas mayores.
  • Debe tener la formación necesaria, especialmente cuando se trata de personas dependientes o imposibilitadas.
  • Debe tener intuición para alertar a la familia, al médico o a los servicios sociales de cualquier anomalía que detecte.
  • Debe tener empatía con la persona que cuida y ser respetuoso con sus costumbres.

Antes de contratar a un cuidador

  • Es importante definir las necesidades que tiene la persona de la que se va a ocupar.
  • Valorar si es una persona con un gran dependencia o que toma mucha medicación.
  • Si es una persona que sólo necesita un poco de compañía.
  • Hay que definir qué tipo de profesional necesitamos y qué tipo de titulación precisa: auxiliar de geriatría, auxiliar de clínica, persona de compañía, asistenta en las tareas del hogar, etc.
  • Debemos tener referencias de la persona elegida antes de contratarla.
  • Es importante contar con la aprobación de la persona mayor antes de meter algún desconocido en casa.

Cualidades importantes en un cuidador

  • La formación.
  • Que le guste trabajar con personas mayores.
  • Respeto a su intimidad y sus costumbres.
  • Intuición para detectar y alertar de cualquier problema.
  • Atento a sus reacciones, opiniones y gustos.
  • Tener facilidad de comunicación con el anciano.
  • Agilidad y destreza para atender a personas con problemas de movilidad.
  • Simpatía.
  • Ser cariñosos.
  • Ser motivador para que el anciano mantenga al máximo su calidad de vida.
  • Deben ser capaces de darse cuenta de sus cambios de humor, si comen o no, si les inquieta algo a la persona que cuidan y deben transmitirlo a sus familiares o a los médicos que están a su cargo.

¿Qué debe tener en cuenta la familia?

  • Hay que evitar la picaresca: a menudo las personas que se ofrecen en anuncios en la calle o en centros públicos no tiene la suficiente formación.
  • Deben supervisar su trabajo y exijirle el cumplimiento de sus funciones.

Condiciones de vida

  • La última encuesta realizada por el Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) sobre las condiciones de vida de las personas mayores en España revela que el 91% de las personas viven solas durante todo el año mientras que el 0,6% dice rotar entre casas de sus hijos.
  • Entre los que señalaban tener dificultades para realizar alguna de las actividades básicas, un 38,5% afirmaba contar con el apoyo de las hijas, un 22,2% con el del cónyuge, un 10,2% con el de los hijos y un 9,2% con el de una empleada del hogar.
  • Más de la mitad de los mayores encuestados considera que los hijos cuidan peor a sus padres que generaciones anteriores.
  • En España se estima que el porcentaje de personas mayores que presentan una dependencia importante está entre un 10 y un 15 % de las personas mayores de 65 años.
  • A pesar del claro predominio de las mujeres en el ámbito del cuidado, los hombres participan cada vez más en el cuidado de las personas mayores bien como cuidadores principales o bien como ayudantes de las cuidadoras principales, lo que significa un cambio progresivo de la situación.

Tareas de los cuidadores

  • Ayudar en las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.).
  • Ayudar en el transporte fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al médico).
  • Ayudar en los desplazamientos dentro del domicilio.
  • Ayudar en la higiene personal (peinarse, bañarse, etc.).
  • Ayudar en la administración del dinero y los bienes.
  • Supervisar la toma de los medicamentos.
  • Colaborar en tareas de enfermería.
  • Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando está agitado).
  • Ayudar en la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.


Recibe nuestro newsletter