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miércoles, 4 de febrero de 2015

Cuando vaya al médico por síntomas de Alzheimer:



Éste evaluará su estado de salud o el de la persona en cuestión e identificará los problemas que podrían afectar al funcionamiento mental. 

 El médico puede mandar al paciente a un especialista como: 
  • Neurólogo: se especializa en enfermedades mentales y del sistema nervioso.
  • Psiquiatra: se especializa en desórdenes que afectan al estado de ánimo o al funcionamiento mental.
  • Psicólogo: está formado para examinar el funcionamiento de la memoria y otra funciones mentales.
  • Geriatra: se especializa en el cuidado de las personas mayores y en la enfermedad del Alzheimer.

10 síntomas tempranos del Alzheimer


(Tomado de Conviviendo con el Alzheimer)

Uno de los síntomas del Alzheimer u otro tipo de demencia es la pérdida de memoria, la cual puede llegar afectar de forma considerable a la vida diaria. El Alzheimer es una enfermedad mental que provoca un lento declive en la memoria y en la capacidad de pensar y razonar. 

Hay 10 signos y síntomas de alarma que avisan de esta enfermedad. Cada persona puede experimentar diferentes síntomas y en diferentes grados. Si nota alguno de ellos, consulte a su médico. 



Alzheimer: 10 signos de alarma


1. La pérdida de memoria afecta la vida diaria

Uno de los síntomas más comunes del Alzheimer es la pérdida de memoria, sobre todo, olvidar información que se acaba de asimilar. Otras señales son: olvidar fechas importantespreguntar lo mismo varias veces o necesitar cada vez más ayuda para recordar, por ejemplo, dejar notas, recordatorios en dispositivos electrónicos o recurrir a los familiares para hacer tareas que antes podían hacer. 

Un síntoma normal asociado a la edad: sería olvidar nombres o fechas pero recordarlos después. 


2. Dificultad para planificar o resolver problemas

Hay gente que puede experimentar cambios en su capacidad para llevar a cabo o seguir un plan o incluso para manejar números. Pueden tener problemas a la hora de seguir los pasos de una receta o llevar un control de los gastos mensuales. Hay quien también tiene dificultad para concentrarse y tarda mucho más en hacer las mismas cosas que antes. 

Un síntoma normal asociado a la edad: sería confundirse al comprobar la libreta bancaria. 


3. Dificultad para desempeñar tareas domésticas, laborales o de ocio

Hay personas que tienen problemas para llegar a un lugar que conocen, llevar los presupuestos en el trabajo o recordar lasreglas de un juego. 

Un síntoma normal asociado a la edad: sería necesitar ayuda para saber cómo funciona el microondas o cómo grabar un programa de televisión. 


4. Desorientación temporal y espacial

La gente que sufre Alzheimer pierde la noción del tiempo. Olvidan fechas, no saben en qué estación del año están ni son conscientes del paso del tiempo. Pueden tener problemas para entender algo si no ocurre de inmediato. En ocasiones llegan a olvidar dónde están o cómo han llegado hasta ahí. 

Un síntoma normal asociado a la edad: sería no saber muy bien en qué día de la semana estamos pero darnos cuenta más tarde. 


5. Dificultades para establecer relaciones visuales y espaciales

Los problemas de visión pueden ser un síntoma de Alzheimer. Hay quien tiene dificultad para leer, calcular distancias o distinguir colores, lo que puede ocasionar problemas a la hora de conducir. 

Un síntoma normal asociado a la edad: es sufrir alteraciones en la visión debido a cataratas. 


6. Dificultad a la hora de hablar o escribir

Las personas con Alzheimer pueden tener dificultades para seguir o participar en una conversación. Otros síntomas comunes son: dejar de hablar en medio de una conversación y no saber retomarla o incluso repetir lo que se estaba diciendo, o tener problemas relacionados con el vocabulario, por ejemplo, no dar con la palabra exacta o utilizar una palabra incorrecta para designar algo. 

Un síntoma normal asociado a la edad: es no dar en ocasiones con la palabra exacta. 


7. Extraviar objetos y perder la capacidad de recordar dónde se puso 

Las personas con Alzheimer pueden perder objetos y ser incapaces de rebobinar para poder encontrarlos. Pueden incluso llegar a culpar a los demás de haberles robado. A medida que avanza la enfermedad esto ocurre con más frecuencia. 

Un síntoma normal asociado a la edad: es perder las cosas de vez en cuando pero ser capaz de rebobinar y saber dónde se han dejado. 


8. Deterioro del sentido común

El sentido común y la capacidad para tomar decisiones se ve afectada en las personas con Alzheimer. Por ejemplo, no aplican el sentido común con el dinero y pueden llegar a dar grandes cantidades a los televendedores (teletienda). Prestan menos atención al aseo e higiene personal

Un síntoma normal asociado a la edad: es equivocarse de vez en cuando al tomar.


9. Alejarse del trabajo y de las actividades sociales

Una persona que sufra Alzheimer puede que empiece a abandonar sus aficiones y proyectos laborales o deje de participar enactividades sociales o de practicar deporte. Les cuesta estar al tanto de las novedades de su equipo favorito o recordar cómo hacer algo que les gustaba hacer. Suelen aislarse socialmente debido a los cambios que van sufriendo. 

Un síntoma normal asociado a la edad: es estar cansado de las obligaciones familiares, laborales y sociales. 


10. Cambios en el estado de ánimo y en la personalidad

El Alzheimer puede provocar cambios en el estado de ánimo y en la personalidad. Las personas que padecen esta enfermedad pueden experimentar confusión, recelo, depresión, temor o ansiedad. Se pueden enfadar con mucha facilidad con la familia, compañeros de trabajo, amigos o cuando están en lugares fuera de su zona. 

Un síntoma normal asociado a la edad: es habituarse a realizar las cosas de una determinada manera y enojarse cuando se interrumpe esa rutina. 


¿Qué hacer si notamos alguno de estos síntomas?


Si nota que usted o alguien de su entorno sufre alguno de estos 10 signos de Alzheimer, no haga caso omiso y visite a su médico

Hay ventajas o beneficios importantes derivados de la posibilidad de detectar el Alzheimer tempranamente.

Ventajas de detectar el Alzheimer a tiempo


Detectar el Alzheimer a tiempo permite:  
  • Obtener mejores resultados en los tratamientos. Algunos tratamientos pueden aliviar los síntomas y prolongar el nivel de dependencia durante más tiempo. También aumenta la posibilidad de participar en ensayos clínicos de medicamentos con el fin de ayudar a promover el avance de la investigación médica.
  • Tener más tiempo para planificar su futuro. Diagnosticar el Alzheimer permite a la persona que lo sufre poder decidir sobre aspectos como la atención que recibirá, el transporte, opciones de residencia o temas legales y económicos. Buscar o crear el equipo de atención adecuado y una red de apoyo social.
  • Ayudarse y ayudar a sus seres queridos. Hay servicios de atención y apoyo gracias a los cuales los enfermos de Alzheimer o demencia puede tener una mayor calidad de vida.



Las etapas del Alzheimer y sus síntomas

El Alzheimer es una enfermedad progresiva que se desarrolla lentamente y cuyos síntomas empeoran con el paso de los años. Vamos a hablar de las distintas etapas y los síntomas de cada una de ellas.


Es importante saber que no todas las personas que sufren Alzheimer experimentarán los mismos síntomas ni la enfermedad avanzará al mismo ritmo. No obstante, los expertos han definido una serie de etapas que describen los cambios que por lo general se producen en las habilidades de los pacientes a medida que avanza la enfermedad.
La clasificación que a continuación se describe consta de 7 etapas y está basada en el sistema desarrollado por Barry Reisberg, doctor en medicina y director clínico del Centro de Investigación de Demencia y Envejecimiento Silberstein de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York.



 Etapa: Ausencia de daño cognitivo (función normal)


No se experimentan problemas de memoria y los profesionales médicos no detectan ningún síntoma de demencia.


 Etapa: Deterioro muy leve (puede ser un signo de envejecimiento o una primera señal de Alzheimer)


La persona tiene lapsus de memoria, como por ejemplo, olvidar palabras o no recordar dónde se han dejado ciertos objetos. Los médicos no detectan síntomas de demencia. Los familiares, amigos o compañeros de trabajo tampoco. Para diferenciar entre el Alzheimer y el envejecimiento normal.


 Etapa: Deterioro leve (Se puede diagnosticar Alzheimer en fase inicial en algunos, aunque no en todos los individuos que presentan estos síntomas).


Los familiares, amigos o compañeros de trabajo empiezan a notar ciertas dificultades. Los médicos detectan problemas en la memoria y en la concentración. Los problemas más comunes en esta etapa son:

  • dificultad notable para llamar a las cosas por su nombre o seleccionar la palabra adecuada en una conversación.
  • problemas para recordar el nombre de alguien a quien acaban de conocer. 
  • dificultad para realizar tareas tanto en el plano social como en el laboral. 
  • problemas para retener información. 
  • se pierden objetos o se ponen en el lugar equivocado.
  • disminución de la capacidad para organizar y planificar.

 Etapa: Deterioro moderado (Alzheimer en fase inicial o moderada)


Los síntomas más comunes de esta etapa deberían poder detectarse con un examen médico. Estos son:

  • olvidar hechos recientes.
  • diminución de la capacidad para realizar operaciones mentales complejas, como por ejemplo, contar hacia atrás desde 100 de 7 en 7.
  • problemas para organizar una cena con invitados, pagar facturas o llevar las cuentas.
  • olvidar hechos sobre su vida.
  • cambios de humor o actitud introvertida ante situaciones sociales o mentales que implican alguna dificultad.

 Etapa: Deterioro moderadamente severo (Alzheimer en fase moderada)


Los fallos en la memoria y en la función cognitiva son cada vez más notables. El individuo empieza a necesitar ayuda para realizar las actividades diarias. Algunos síntomas característicos de esta etapa son:

  • no recordar la dirección del domicilio, el propio número de teléfono o el colegio, instituto o universidad en los que se estudió.
  • desorientación espacial y temporal. 
  • dificultad para realizar operaciones matemáticas más sencillas como contar hacia atrás de cuatro en cuatro o de dos en dos.
  • dificultad para elegir la ropa adecuada para cada ocasión.
  • todavía recuerdan información relevante sobre ellos mismos y su familiar.
  • todavía pueden comer e ir al baño por sí solos.

 Etapa: Deterioro severo (Alzheimer en fase moderadamente severa)


La memoria va empeorando cada vez más, se observan cambios en la personalidad y se precisa cada vez más ayuda para realizar las actividades cotidianas. En esta etapa los pacientes de Alzheimer pueden:

  • perder la conciencia de hechos recientes.
  • no recordar muchas cosas de su vida pero sí su nombre.
  • no recordar el nombre de su pareja o de la persona que le cuida, pero sí pueden distinguir una cara conocida.  
  • necesitar ayuda para vestirse. Si lo hacen solos pueden equivocarse y ponerse el pijama encima de la ropa o un zapato en el pie contrario.
  • sufrir alteraciones en el sueño, como por ejemplo, dormir por el día y desvelarse por la noche.
  • requerir ayuda en el baño para cosas como tirar de la cadena, limpiarse o tirar el papel. 
  • sufrir problemas de incontinencia urinaria o fecal.
  • experimentar importantes cambios de la personalidad: recelos, falsas creencias (como pensar que la persona que le cuida le roba o le miente) o conductas compulsivas como retorcer las manos o romper papeles.
  • deambular o perderse.


 Etapa: Deterioro muy severo (Alzheimer en última fase o fase severa)


En esta última etapa, los enfermos de Alzheimer:

  • pierden la capacidad de responder a su entorno, de hablar e incluso de controlar sus movimientos, aunque todavía puede que articulen alguna palabra o frase.
  • necesitan ayuda en el cuidado personal diario, lo que incluye comer y hacer sus necesidades.
  • no pueden sonreír, sentarse y mantener la cabeza erguida. Los músculos se tensan y no pueden tragar.

Cuando el Alzheimer está su fase más avanzada, el cerebro es incapaz de enviar órdenes al cuerpo para que éste reaccione, de ahí que se pierda hasta la capacidad para tragar alimentos. El cuerpo va dejando de funcionar, lo que obliga a los enfermos de Alzheimer a pasar la mayoría de tiempo en cama.

Por lo general, este es el progreso que suele seguir la enfermedad. No obstante, es difícil saber en qué fase exacta se encuentra un enfermo de Alzheimer pues las etapas pueden coincidir en el tiempo. Además, los cambios que se experimenten variarán de un paciente a otro y lo harán a ritmos diferentes.

domingo, 20 de abril de 2014

JUGO PARA LA OSTEOPOROSIS Y ANEMIA

AQUI LES COMPARTO UN VIDEO DE UN JUGO DELICIOSO Y MUY NATURAL PARA LA OSTEOPOROSIS Y LA ANEMIA, ESPERO LES GUSTE Y LES SIRVA DE MUCHO





domingo, 23 de marzo de 2014

20 ejercicios para ejercitar el cerebro De LuzBel Yolanda

Con el correr de los años, el cerebro también va perdiendo su capacidad productiva, y si no se entrena comienza a fallar.

El neurocientífico estadounidense Larry Katz, autor del libro “Mantenga vivo a su cerebro”, creó la llamada gimnasia “neuróbica”, es decir, una rutina de ejercicios especiales para el cerebro.

La teoría de Katz se basa en el argumento de que, igual que el cuerpo necesita ejercicios para desarrollarse en forma plena y equilibrada, la mente también necesita de entrenamiento y estimulación.

Es común, por ejemplo, que ciertas rutinas sean llevadas a cabo de forma mecánica, y hasta inconsciente.

“El objetivo de la neuróbica es estimular los cinco sentidos con ejercicios, obligándonos a prestar más atención a las acciones que llevamos a cabo a diario, lo cual mejora nuestro poder de atención y memoria”, explica la psicóloga especialista en análisis cognitivo, Mariuza Pregnolato.

“No se trata de sumar nuevas actividades a su rutina, sino de hacerlas de forma diferente a como las lleva a cabo todos los días”, explica la especialista.

Según el neurólogo de la Universidad Federal de Sao Paulo, Ivan Okamoto, los ejercicios “neuróbicos” ayudan a desarrollar habilidades motoras y mentales que no tenemos en nuestra cotidianidad, si bien éstas no se relacionan con la memoria.

“Si usted es diestro y comienza a escribir con la mano izquierda, desarrollara la capacidad de escribir con las dos manos; y si un día sufre un accidente con la mano derecha, la izquierda estará capacitada para sustituirla. Claro que eso no implicará que ese ejercicio lo libre de los olvidos a la hora de pagar la cuenta de la luz o tomar su remedio a la media tarde”, dice Okamoto.

¿Cómo funciona la gimnasia neuróbica?

La neuróbica consiste en la inversión del orden de algunos movimientos comunes en nuestra rutina diaria; ello altera nuestra percepción sin por ello alterar nuestra rutina.

El objetivo es ejecutar de forma consciente las acciones que generan reacciones emocionales y cerebrales.

Los ejercicios incluyen desde leer al revés, hasta saludar al vecino que nunca da los buenos días en el ascensor.

La rutina neuróbica afecta aspectos físicos, emocionales y mentales de nuestro cuerpo.

“Esos hábitos son los que ayudan a estimular la producción de nutrientes en el cerebro, desarrollando sus células y haciéndolo más saludable”, explica Mariuza Pregnolato.

Cuanto más entrenado sea el cerebro, estará más afinado, si bien no tendrá que pasar por pruebas de coeficiente intelectual o resolver un crucigrama en diez minutos para probarlo.

“La neuróbica no exige pruebas extremas: en vez de inscribirse en una olimpiada matemática y aprenderse decenas de fórmulas, pruebe caminar con los ojos cerrados o vestirse con la luz apagada”, sugiere la terapeuta.

La propuesta de la neuróbica es cambiar las rutinas para “forzar” la memoria. Por eso es recomendable darle vuelta a los portarretratos para estar atento, o cambiar la ruta para ir al trabajo, una vuelta de tuerca en la rutina.


Por ejemplo:

1- Use el reloj de pulsera en el brazo contrario al que lo usa siempre.

2- Camine de adelante hacia atrás por su casa.

3- Vístase con los ojos cerrados.

4- Estimule el paladar probando comidas diferentes.

5- Lea o vea fotos al revés, concentrándose en detalles en los cuales nunca había reparado.

6- Ponga el reloj ante un espejo para ver la hora al revés.

7- Cambie el mouse de la computadora para el otro lado de la mesa.

8- Escriba o cepíllese los dientes usando la mano izquierda, o la derecha, en caso de ser zurdo.

9- Camino al trabajo, haga un trayecto diferente al habitual.

10- Introduzca pequeños cambios en sus hábitos, transformándolos en desafíos para su cerebro.

11- Hojee alguna revista y busque una foto que le llame la atención. Luego piense en 25 adjetivos que crea que describen la imagen o tema fotografiado.

12- Cuando vaya a un restaurante, intente identificar los ingredientes que componen el plato elegido, y concéntrese en los sabores más sutiles.

13- Al entrar en un salón muy concurrido, intente calcular cuántos están en el lado derecho y cuántos en el izquierdo. Fíjese en los detalles de la decoración y enumérelos con los ojos cerrados.

14- Seleccione una frase de un libro e intente formar una frase diferente formando las mismas palabras.

15- Pruebe a jugar algún juego o actividad que nunca antes haya practicado.

16- Compre un rompecabezas e intente encajar las piezas correctas lo más rápido que puedan cronometrando el tiempo. Repita el ejercicio para ver sus progresos en velocidad.

17- Trate de memorizar la lista del mercado.

18- Consulte el diccionario y aprenda una nueva palabra por día, e intente usarlas en sus conversaciones diarias.

19- Escuche las noticias de la radio y la televisión en cuanto se despierte, y más tarde haga una lista con las más importantes.

20- Al leer una palabra piense en otras cinco que comienzan con la misma letra.

sábado, 1 de marzo de 2014

CUIDADOR DE ANCIANO O DISCAPACITADOS

DEFINICIÓN DE CUIDADOR DE ANCIANO O DISCAPACITADOS




Los cuidadores de ancianos o discapacitados son los profesionales responsables de proporcionar, la atención y apoyo necesarios, a las personas dependientes en su casa y en su día a día.
Un buen cuidador de ancianos o discapacitados debe de cumplir unas características específicas como son: proporcionar ayuda de forma que las personas dependientes sientan que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas. Deben de ser una persona con energía y positiva. A veces, ser cuidador de personas mayores o discapacitadas conlleva tareas que pueden no ser cómodas y agradables. Hay que estar preparado. Cuidar implica muchas y variadas actividades de prestación de ayuda.

TAREAS QUE DESEMPEÑAN

Los cuidadores de ancianos tienen como tareas que abarcan diversos campos: realizan las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.)
Normalmente son los encargados de transportar al anciano o discapacitado fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al médico, pasear junto a ellos…). Son también los encargados de la movilidad de los dependientes en el interior del domicilio (los acompañan al baño, les ayudan a levantarse y acostarse en la cama). Se ocupan de su higiene personal (peinarse, bañarse, vestirse, etc.). Supervisan la toma de medicamentos (controlan los horarios y las dosis, por lo que es muy importante que sea una persona muy despierta). Colaboran o realizan tareas de enfermería. Resuelven situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando se comporta de forma agitada). Le ayudan en la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse. Hacen otras muchas "pequeñas cosas" ( por ejemplo, llevarle un vaso de agua, acercar la radio, etc).
Los cuidadores de ancianos o discapacitados, pueden trabajar como internos, externos o por horas, según las necesidades de la familia que contrata.

LEY DE DEPENDENCIA

El gobierno Español, gracias a la ley de dependencia, concede prestaciones económicas que, tienen como objetivo la contratación de una asistencia personal que facilite al beneficiario a una vida más autónoma en el ejercicio de las actividades básicas de la vida diaria. La Ley de Dependencia, (aprobada en diciembre del 2006), es una Ley Universal a la que tienen derecho todos los ciudadanos y ciudadanas españoles que no pueden valerse por sí mismos por encontrarse en situación de dependencia.
Se entiende por Dependencia al "estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal". La Ley clasifica las situaciones de dependencia en tres grados: dependencia de primer grado o dependencia moderada, segundo grado o dependencia severa y tercer grado o gran dependencia. Según el grado de dependencia, las prestaciones serán mayores o menores.

La persona mayor es muy frágil, y ante un cuidador o situaciones que le desbordan puede sentirse indefenso




  • La familia continua siendo el principal punto de apoyo para muchas personas de la tercera edad.
  • A pesar de las prestaciones que se ofrecen desde las instituciones públicas y privadas son los familiares quienes más a menudo cuidan a sus mayores.
  • La incorporación de la mujer al trabajo y el ritmo de la sociedad actual imponen, cada vez con mayor frecuencia, que haya que recurrir a personas ajenas al hogar para que se encarguen del cuidado y atención de sus mayores.

La mujer sigue siendo la cuidadora principal

  • De sus capacidades y de su empatía con nuestro familiar va a depender una buena parte de su felicidad y bienestar.
  • A pesar de que la esperanza de vida es cada vez más larga no todo el colectivo de personas mayores logra llegar hasta el final de su vida en perfectas condiciones.
  • Aunque no estén enfermos a menudo los mayores requieren la ayuda de terceras personas para realizar algunas de sus tareas cotidianas como acudir al médico, cocinar o bañarse, aunque sean capaces de vivir solos.
  • Sigue siendo la familia, y en especial la mujer, la encargada de atender y de cuidar a los abuelos, a los suegros o a algún pariente de edad avanzada.
  • A pesar de su incorporación al mercado laboral y al incremento de los recursos públicos y privados de los últimos años en el 87% de los casos es una mujer la que atiende a la persona mayor de la familia.
  • En el 77% de los casos esta mujer está casada y su edad media es de 52 años.
  • En el 60% de los casos vive con el familiar que atiende y tiene algún grado de parentesco con él (el 43% son hijas, un 22% esposas y un 7,5% nueras).
  • En más de la mitad de los casos la mujer no recibe ayuda de ninguna otra persona para realizar esta tarea.

¿Cómo elegir al cuidador ideal?

  • Debe tener vocación: tiene que gustarle trabajar con personas mayores.
  • Debe tener la formación necesaria, especialmente cuando se trata de personas dependientes o imposibilitadas.
  • Debe tener intuición para alertar a la familia, al médico o a los servicios sociales de cualquier anomalía que detecte.
  • Debe tener empatía con la persona que cuida y ser respetuoso con sus costumbres.

Antes de contratar a un cuidador

  • Es importante definir las necesidades que tiene la persona de la que se va a ocupar.
  • Valorar si es una persona con un gran dependencia o que toma mucha medicación.
  • Si es una persona que sólo necesita un poco de compañía.
  • Hay que definir qué tipo de profesional necesitamos y qué tipo de titulación precisa: auxiliar de geriatría, auxiliar de clínica, persona de compañía, asistenta en las tareas del hogar, etc.
  • Debemos tener referencias de la persona elegida antes de contratarla.
  • Es importante contar con la aprobación de la persona mayor antes de meter algún desconocido en casa.

Cualidades importantes en un cuidador

  • La formación.
  • Que le guste trabajar con personas mayores.
  • Respeto a su intimidad y sus costumbres.
  • Intuición para detectar y alertar de cualquier problema.
  • Atento a sus reacciones, opiniones y gustos.
  • Tener facilidad de comunicación con el anciano.
  • Agilidad y destreza para atender a personas con problemas de movilidad.
  • Simpatía.
  • Ser cariñosos.
  • Ser motivador para que el anciano mantenga al máximo su calidad de vida.
  • Deben ser capaces de darse cuenta de sus cambios de humor, si comen o no, si les inquieta algo a la persona que cuidan y deben transmitirlo a sus familiares o a los médicos que están a su cargo.

¿Qué debe tener en cuenta la familia?

  • Hay que evitar la picaresca: a menudo las personas que se ofrecen en anuncios en la calle o en centros públicos no tiene la suficiente formación.
  • Deben supervisar su trabajo y exijirle el cumplimiento de sus funciones.

Condiciones de vida

  • La última encuesta realizada por el Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) sobre las condiciones de vida de las personas mayores en España revela que el 91% de las personas viven solas durante todo el año mientras que el 0,6% dice rotar entre casas de sus hijos.
  • Entre los que señalaban tener dificultades para realizar alguna de las actividades básicas, un 38,5% afirmaba contar con el apoyo de las hijas, un 22,2% con el del cónyuge, un 10,2% con el de los hijos y un 9,2% con el de una empleada del hogar.
  • Más de la mitad de los mayores encuestados considera que los hijos cuidan peor a sus padres que generaciones anteriores.
  • En España se estima que el porcentaje de personas mayores que presentan una dependencia importante está entre un 10 y un 15 % de las personas mayores de 65 años.
  • A pesar del claro predominio de las mujeres en el ámbito del cuidado, los hombres participan cada vez más en el cuidado de las personas mayores bien como cuidadores principales o bien como ayudantes de las cuidadoras principales, lo que significa un cambio progresivo de la situación.

Tareas de los cuidadores

  • Ayudar en las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.).
  • Ayudar en el transporte fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al médico).
  • Ayudar en los desplazamientos dentro del domicilio.
  • Ayudar en la higiene personal (peinarse, bañarse, etc.).
  • Ayudar en la administración del dinero y los bienes.
  • Supervisar la toma de los medicamentos.
  • Colaborar en tareas de enfermería.
  • Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando está agitado).
  • Ayudar en la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.


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