sigueme

lunes, 30 de julio de 2012

PARKINSON


Enfermedad de Parkinson

Otros nombres: Mal de Parkinson, Parkinson, Parálisis con temblor 
La enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta las células nerviosas, o neuronas, en una parte del cerebro que controla los movimientos musculares. En la enfermedad de Parkinson, las neuronas que producen una sustancia química llamada dopamina mueren o no funcionan adecuadamente. Normalmente, la dopamina envía señales que ayudan a coordinar sus movimientos. Nadie conoce el origen del daño de estas células. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden incluir:
  • Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
  • Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
  • Lentitud de los movimientos
  • Problemas de equilibrio y coordinación
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres. No existe una cura para la enfermedad de Parkinson. Existen diversas medicinas que a veces ayudan a mejorar enormemente los síntomas.

¿Qué es la enfermedad de Parkinson?

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad degenerativa del cerebro, lentamente progresiva que causa movimientos lentos, rigidez de las extremidades y temblor de las manos que es más notorio cuando están en de reposo. Esta enfermedad lleva el nombre del Neurólogo Inglés James Parkinson, quien la describió en 1817.
Generalmente se manifiesta inicialmente con un temblor que aparece en una mano. Se acompaña lentitud en la ejecución de movimientos con esa mano y rigidez de la extremidad. En el transcurso de meses o años esos síntomas se pueden extender a la pierna del mismo lado, lo que se conoce como hemiparkinson o parkinson de la mitad del cuerpo o pueden comprometer las cuatro extremidades, el tronco y el cuello, lo que se llamaría Parkinson generalizado.
Es típico de esta enfermedad la disminución de la expresión y la mímica de la cara, lo que se conoce como “cara de máscara”, porque la cara parece una máscara. También los pacientes pueden tener salivación excesiva y voz de tono bajo o apagada.
Con el transcurso de la evolución de la enfermedad, las personas que la padecen tienen dificultades para pararse estando sentados, dificultades para empezar a caminar, se pegan al piso o tienen trastornos de los reflejos del equilibrio lo que conlleva a caídas o dificultades para subir planos inclinados por la tendencia a irse hacia atrás.

¿Quiénes sufren la enfermedad de Parkinson?

La enfermedad de parkinson se presenta de forma esporádica, es decir sin antecedentes familiares conocidos en el 90 % de los casos y en el 10 % restante la enfermedad puede ser hereditaria, afectando tanto a hombres como a mujeres. En la forma esporádica la enfermedad es mas frecuente después de los 60 años mientras que en las formas hereditarias la edad de inicio de la enfermedad es más temprana. El grupo de Neurociencias de la Universidad de Antioquia en colaboración con el laboratorio de genética molecular de ésta universidad ha estudiado 3 familias en las cuales se ha logrado determinar la causa genética de la enfermedad. En estos pacientes la enfermedad fue trasmitida de forma autosómica recesiva, en este patrón de herencia los padres pueden ser simplemente portadores y no necesariamente tienen que estar enfermos y los descendientes de un enfermo heredan el gen de la enfermedad hasta en un 25 %, en este grupo de pacientes la edad de inicio de la enfermedad estuvo en el rango entre 13 y 43 años.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

El diagnóstico de esta enfermedad es realizado por personal médico, generalmente neurólogos, basado en los criterios clínicos de la enfermedad de parkinson que son: el paciente debe tener 2 de las 3 características principales de la enfermedad que son: temblor, rigidez y lentitud motora para concluir que es sospechoso de padecer la enfermedad. En los casos de origen hereditario el diagnostico definitivo de la enfermedad se hace con pruebas genéticas confirmatorias.

¿Cuál es el tratamiento adecuado?

El tratamiento de esta enfermedad debe ser establecido y regulado por un médico, preferencialmente un Neurólogo. El tratamiento de la enfermedad depende del estado de severidad en que encuentre el paciente. En la actualidad se conocen un grupo numeroso de medicamentos para tratar la enfermedad entre los cuales la Levodopa con Carbidopa (Sinemet) o con benserazida (Madopar) son los de mayor beneficio. El tratamiento incluye además medidas de rehabilitación física y el tratamiento de los trastornos asociados que puedan afectar al paciente como depresión, insomnio, ansiedad, etc.

¿A qué exámenes será sometido si participa en proyecto?

Si usted decide entrar al proyecto de investigación de Parkinson, se le harán los siguientes exámenes sin ningún costo.
  1. Examen medico y neurológico completo
  2. Examen neuropsicológico (de memoria, atención, concentración, razonamiento etc.)
  3. Toma de muestra de sangre para extraer material genético para hacer estudios de investigación genética sobre posibles causas genéticas del Parkinson

¿A quién acudir?

Para garantizar un diagnóstico correcto es mejor acudir a un especialista en el Sistema Nervioso, es decir un médico especializado en neurología.
El Grupo de Neurociencias de Antioquia en Medellín, está adelantando un proyecto de investigación financiado por Colciencias , para identificar las personas y familias que sufren de la enfermedad de Parkinson en Colombia. Para esto dispone del personal especializado neurológico y psicológico entrenado en el diagnóstico de la enfermedad así como los medios para realizar un diagnóstico genético.

CAUSAS

De momento se desconoce el origen de la enfermedad, exceptuando los casos inducidos por traumatismos, drogodependencias y medicamentos, y algunas formas hereditarias en ciertos grupos familiares. Existen numerosas teorías que intentan explicar el deterioro neurológico que produce esta patología. Se cree que algunos pesticidas y toxinas, junto a cierta predisposición genética, podrían ser los desencadenantes de la enfermedad. También se estudia la posibilidad de que el origen se encuentre en los radicales libres, moléculas que desencadenan un proceso de oxidación que daña los tejidos y las neuronas. El genético es otro de los factores barajados como causantes de esta patología. Existen algunas formas de Parkinson hereditarias en algunos grupos de familias, por lo que la investigación genética puede ayudar a comprender el desarrollo y funcionamiento de la enfermedad.
En la enfermedad de Parkinson se produce una degeneración en las células de los ganglios basales que ocasiona una pérdida o una interferencia en la acción de la dopamina y menos conexiones con otras células nerviosas y músculos. La causa de la degeneración de células nerviosas y de la pérdida de dopamina habitualmente no se conoce. El factor genético no parece desempeñar un papel importante, aunque la enfermedad a veces tienda a afectar a familias.

SÍNTOMAS DE PARKINSON

Los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson son leves y se van haciendo cada vez más notorios con el paso del tiempo. El cuadro inicial típico registra dolores en las articulaciones, dificultades para realizar movimientos, agotamiento. La caligrafía también empieza a cambiar y se torna pequeña e irregular. En el 80 por ciento de los pacientes los síntomas comienzan en un solo lado del cuerpo y luego se generalizan. Asimismo, el carácter varía en los primeros estadios, por lo que es habitual la irritabilidad o la depresión sin causa aparente. Todos estos síntomas pueden perdurar mucho tiempo antes de que se manifiesten los signos clásicos que confirman el desarrollo de la enfermedad.
Los síntomas típicos son los siguientes:
  • Temblor: Consiste en un movimiento rítmico hacia atrás y hacia adelante. Generalmente comienza en la mano aunque en ocasiones afecta primero a un pie o a la mandíbula. Se agudiza en reposo o bajo situaciones tensas y tiende a desaparecer durante el sueño. Puede afectar sólo a un lado o a una parte del cuerpo.
  • Rigidez: Se manifiesta como una resistencia o falta de flexibilidad muscular. Todos los músculos tienen un músculo opuesto, y el movimiento es posible porque, al activarse un músculo, el opuesto se relaja. Cuando se rompe este equilibrio los músculos se tensan y contraen causando inflexibilidad y debilidad.
  • Bradicinesia: Se trata de la pérdida de movimiento espontáneo y automático y conlleva la lentitud en todas las acciones. Esta lentitud es impredecible y es el síntoma más incapacitante, porque el paciente no puede realizar con rapidez movimientos habituales que antes eran casi mecánicos.
  • Inestabilidad: La inestabilidad de la postura hace que los enfermos se inclinen hacia adelante o hacia atrás y se caigan con facilidad. La cabeza y los hombros caen hacia delante y la forma de andar empeora. El enfermo da pasos cortos y rápidos para mantener el equilibrio; o se queda literalmente "plantado" a mitad de camino, sin poder moverse. Existen una serie de síntomas secundarios que, aunque no afectan a todos los enfermos, provocan trastornos importantes ya que empeoran los síntomas principales y agravan las condiciones físicas y psicológicas del paciente.
  • Depresión: Es un problema común a todas las enfermedades crónicas, y en el Parkinson puede detectarse incluso antes de que comiencen los síntomas principales. Empeora con los fármacos utilizados para combatir esta patología, aunque los antidepresivos consiguen frenar con bastante éxito tanto las depresiones como los cambios emocionales.
  • Tragar y masticar: El mal funcionamiento de los músculos dificulta esta tarea cotidiana, favoreciendo la acumulación de saliva y alimentos en la cavidad bucal. Como consecuencia, son habituales los atragantamientos y el babeo. - Dicción: Al menos el 50 por ciento de los enfermos tiene problemas de dicción: hablan en voz baja, dudan antes de hablar, repiten palabras o hablan demasiado rápido.
  • Problemas urinarios: Las deficiencias del sistema nervioso que regula la actividad muscular provocan que algunos enfermos sufran incontinencia o tengan dificultades para orinar.
  • Estreñimiento: La lentitud progresiva de los músculos intestinales y abdominales es la principal causa delestreñimiento, aunque también influyen la dieta o la escasa actividad física.
  • Trastornos del sueño: La somnolencia y las pesadillas son características en esta enfermedad y generalmente están asociadas a los fármacos.
  • Rostro: pierde expresividad y aparece la denominada "cara de pez o máscara", por falta de expresión de los músculos de la cara. Además, tienen dificultad para mantener la boca cerrada.
  • Acinesia: Consiste en una inmovilidad total que aparece de improviso y puede durar desde algunos minutos a una hora.

DIAGNÓSTICOS

El Parkinson es difícil de diagnosticar en sus etapas iniciales, ya que se confunde con los síntomas propios de otras patologías. El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se efectúa a partir de los síntomas del paciente, ya que no existe ningún marcador químico. Para confirmar el diagnóstico se realiza una tomografía axial computerizada (TAC), que detecta las lesiones cerebrales en el mesencéfalo. Asimismo, son habituales los exámenes de los reflejos. Sin embargo, el mejor medio para detectar esta patología es la observación, ejercida tanto por el médico como por los familiares del enfermo, ya que el contacto permanente les permite confirmar la continuidad o progresión de los síntomas y los posibles cambios tanto físicos como emocionales. En la enfermedad de Parkinson es esencial el diagnóstico precoz, ya que cada tipo de parkinsonismo tiene un tratamiento diferente.

TRATAMIENTOS

Esta es una patología crónica que, de momento, no tiene curación. El objetivo del tratamiento es reducir la velocidad de progresión de la enfermedad, controlar los síntomas y los efectos secundarios derivados de los fármacos que se usan para combatirla. La dopamina no puede administrarse directamente ya que no puede pasar la barrera entre la sangre y el cerebro. Por este motivo se ha desarrollado una serie de fármacos que favorecen la producción de esta sustancia o retrasan su deterioro y que se administran en función de la gravedad de los síntomas. Así, en las primeras etapas, cuando los síntomas son leves, se utilizan los fármacos menos potentes, como los anticolinérgicos; mientras que para los casos severos y avanzados se utiliza la levodopa, el fármaco más potente hasta el momento para el tratamiento de esta enfermedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario