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lunes, 16 de julio de 2012

¿CUALES SON ESOS MITOS O ESTEREOTIPOS?

  • Enfermedad o Deterioro físico
La vejez no es sinónimo de enfermedad o de deterioro físico.  Una persona adulta mayor se enferma como cualquier persona, a raíz de condiciones ambientales, nutricionales, entre otras.  Igualmente esta propensa a padecer de dolencias o enfermedades que requieren de atención oportuna.

Es estado de salud de una persona esta relacionado con sus hábitos y estilos de vida, en los cuales intervienen historias de vida y la capacidad de adaptación a cambios biológicos, emocionales y sociales.

  • Pérdida de autonomía
Las personas adultas mayores en su mayoría son autónomos, autovalentes e independientes. Cuando las personas adultas mayores necesitan apoyo, generalmente saben mejor que nadie lo que quieren.  Sólo en circunstancias especiales serán incapaces de tomar una decisión o de ofrecer una opinión sobre lo que es más importante para ellas.

  •  Deterioro intelectual, incapacidad para aprender o dificultad para captar información
Todo ser humano, y no sólo la persona adulta mayor, puede verse afectado en su capacidad de aprendizaje.  El deterioro físico no necesariamente va aparejado al deterioro mental.  Es posible que las personas mayores no recuerden cosas tan rápidamente, pero es un error pensar que todas ellas son olvidadizas.

Tienen tanta capacidad y habilidad para aprender como cualquier otra persona.  De igual forma las enfermedades mentales no son propias de la vejez y su incidencia en esta etapa de la vida es mínima.

  • Mal Carácter
El mal carácter no es producto de la edad, hay personas que a lo largo de su vida han sido testarudas, iracundas y cascarrabias; cuyos rasgos de personalidad se mantienen y se refuerzan con el paso de los años.

  • Infantilización
La infantilización de las personas adultas mayores (tratarlas como niños o niñas) podría tener consecuencias como ridiculizar, sobre proteger, irrespetar o mantener una posición de autoridad ante ellas, que sería perjudicial para su imagen y valía; actitudes que a la postre constituyen formas graves de discriminación y de agresión, inadmisibles, pues nada justifica el maltrato a otras personas.

  • Dificultad para estimar velocidades
Se sabe que las personas adultas mayores son mucho más precavidas y cuidadosas para conducir, por lo que proporcionalmente sufren menos accidentes de esta índole.

  • Movimientos y Reacciones más lentos
Con el pasar de los años disminuyen algunas capacidades físicas, sin embargo, no significa que las personas adultas mayores estén incapacitadas para realizar sus actividades cotidianas, a menos que sufran una enfermedad que los incapacite.

  • Todas las personas envejecemos igual
El envejecimiento es un proceso individual que depende del estilo de vida de cada ser humano y se ve influenciado por el medio económico y social en el que se desarrolla cada persona.

  • Todas las personas adultas mayores deben residir en hogares de ancianos
La familia es el medio natural y social para que las personas adultas mayores comuniquen sus sentimientos, experiencias, pensamientos y valores; donde se comparten responsabilidades y emociones.  Por lo tanto se les debe respetar el derecho a vivir con su familia y en su comunidad, a no ser que sea una situación extrema y no se pueda atender a esta persona en la casa o no tenga quien esté a cargo de ella.

  • Aislamiento social
Decir que todas las personas adultas mayores sufren de algún tipo de aislamiento es prejuicioso.  Las personas no se aíslan por encontrarse en la etapa de la vejez, existen muchas causas que conducen a tal condición, depende de la historia de vida y situaciones que se estén experimentando y el manejo de éstas; y no que sea joven o mayor.

  • Pérdida de sexualidad
El interés sexual no se pierde con la edad.  Una persona no es asexuada al llegar a la vejez, ya que la sexualidad es una condición que permanece toda la vida.

Si bien es cierto la actividad sexual tiende a disminuir en esta etapa, las personas siguen experimentando deseos y ejercitando su función genital, a menos que alguna enfermedad se lo impida.


  • Depresión constante
La depresión tiene muchas causas, no se relaciona directamente con la vejez.  Si una persona sufre depresión, puede que se agudice con la pérdida de seres queridos, disminución del estado físico o potencialidades que podrían suceder en esta etapa.  No obstante, existen personas adultas mayores que reflejan un alto grado de bienestar y felicidad.

  • Improductividad 
Es importante eliminar la idea que la persona al llegar a ser adulta mayor se vuelve improductiva o decadente.  Esta forma errada de pensar en algunas sociedades occidentales como la nuestra, incentiva la no incorporación de personas adultas mayores en el mercado laboral, el aislamiento y la inactividad, afectando de manera importante a esta población en términos de salud integral y mejoramiento de su calidad de vida.



Una vida más larga debe ir acompañada de oportunidades de salud, participación y seguridad.

Se hace necesario considerar la diversidad y heterogeneidad de intereses, capacidades y potencialidades de las personas.

Existen variadas actividades recreativas, de ocio y de esparcimiento, educativas, de convivencia y de capacitación, en las que se puede participar para mejorar la calidad de vida, con la intención de mantener la autonomía y la independencia, prevenir mayores niveles de dependencia y fortalecer el autoestima a medida que las personas envejecen.

Es imprescindible que cada vez más y más personas que trabajan con adultos mayores reciban una orientación sistemática del proceso de envejecimiento, la instrucción relacionada con la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor (Ley No 7935) y demás legislación vigente.

 !La percepción social negativa que se tiene por medio de la historia con respecto al proceso de envejecimiento, a la etapa de la vejez y a las personas adultas mayores...puede cambiar¡

 


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